Arquitectura Indiana
Nuestra casa es un claro exponente de la arquitectura tradicional indiana tan presente y notoria en todo el norte de España en general, y en Cantabria y el valle de Campoo en particular.
A finales del siglo XIX y principios del XX muchos emigrantes a Latinoamérica, originarios de los pueblos de Campoo, volvían tras hacer fortuna a aquellos lugares donde nacieron y crecieron, para pasar los últimos años de su vida y para generar un valioso patrimonio que dejar a sus descendientes. Una vez de vuelta a sus pueblos encargaban la construcción de ostentosos palacetes y casas que simbolizaban el triunfo y el éxito. Estas construcciones, que se integraron entre las casas tradicionales de los pueblos, solían incluir grandes jardines que se dejaban ver a través de imponentes verjas de hierro atrayendo de esta manera la atención del pueblo que les había visto crecer y al que habían regresado triunfantes.
La arquitectura indiana campurriana presenta particularidades que convierten a las edificaciones construidas de aquella época en un patrimonio cultural de valor incalculable. Son frecuentes las fachadas casi ciegas levantadas a base de piedra de mampostería, y las complejas estructuras de madera de roble autóctono procedente de árboles de gran porte. Además, estas construcciones casi siempre constaban de un número de plantas suficiente para prevalecer y destacar sobre el resto de las casas en las vistas de los pueblos.